La avena en nuestra dieta diaria, representa un cereal, con altas cantidades de hierro, vitaminas A y C, además de ser una fibra excelente para nuestro organismo. Cocida o en su estado crudo es espectacular, siendo una fuente de energía, sin aporte calórico a nuestro cuerpo. Se puede mezclar con frutas , como el banano, la manzana, la papaya, y también frutos secos, como el maní, coco, almendras y otras.
Para las personas que tienen dificultades para ir al baño y evacuar sus intestinos, es magnífica.
Se puede consumir en su hojuelas o polvo, pero siempre es mejor en ojuela. En refrescos, como cereal, en panes, e incluso mezclada con carne molida en albóndigas o tortas de carne.
Hay muchísimas maneras de integrarla a nuestros hábitos alimenticios, contando con un magnífico aliado para mantenernos sanos.
Selena Stanley Terapeuta Holística.