la música siempre nos ha acompañado a través de la historia. Presente en cada celebración, va desde las melodías usadas en rituales, alabanzas, música para bailar, gritar, honrar, etc. Nos hemos acostumbrado tanto a su presencia, que a veces ignoramos, los grandes beneficios terapeuticos que probacan, ciertas notas. Estudios neurológicos han descubierto que la música, está hecha de vibraciones y estás vibraciones aplicadas de manera correcta, incluso pueden sanar, el cuerpo. Por ejemplo melodías que están compuestas para ayudar con el insomnio. Los cuencos tibetanos, que elevan el espíritu a través de sus cantos. Voces maravillosas, que nos provocan felicidad, amor, pasión, etc. La música, nos hace vibrar, nos sana, nos eleva a planos superiores. Escuchar música, es un gozo para el alma y alimentos para el espíritu. Además siempre nos invita a movernos a cobrar, a su ritmo y esto es vida.